jueves, 9 de septiembre de 2010

15



H
e quedado con Carlos frente a una sucursal de telepizza del centro, en una mañana en la que las nubes parecen rozar la cúspide de los edificios y casi la punta de nuestros cabellos, mientras una lluvia fina y fría cae mansamente pero sin parar. A pesar de que finalmente he decidido que Ojos Azules y yo llevamos demasiado poco tiempo juntos como para verme forzado a darle explicaciones de porqué voy y porqué vuelvo, se me llena el pecho de una ligera angustia pensando en cual puede ser la expresión de su rostro cuando despierte y descubra que no estoy a su lado. Estoy pensando en esto cuando veo aparecer a mi cita, ataviado con un traje de Ermenegildo Zegna y una camisa azul eléctrico de Gaultier sin corbata, en lo que él considera su versión chic del "arreglao pero informal". Yo, que voy con el chandal de ir a correr con el que nunca fui a correr a ningún sitiio y un impermeable amarillo,consigo hacer arrugarse la nariz de mi amigo.

- Que pasa -tengo que gruñirle- Me gustará ver como te arremangas esa americana para fregar las paredes de un horno.

Él pone la mirada en blanco como si estuviese escuchando tonterías, seguramente sabedor de como alegrarle la vista al nuevo jefe. Y de hecho lo consigue, porque el tipo, con unas trazas muy similares pero un par de palmos más bajito que Carlos, parece alborozado cuando sale a recibirnos mientras le besa las mejillas y canturrea:

- Queriiiido, estás a-rre-ba-ta-dor. ¿Donde consigues esa camisas tan absolutamente fabulosas? Me tienes que prometer que un día vamos a quedar tu y yo para hacer shopping, ¿si?

Carlos me guiña un ojo quizás pretendiendo demostrarme lo listo que es él y lo tonto que soy yo, haciéndome sentir cansado antes de empezar. El nuevo jefe me mira también aunque con visible repugnancia ( mi impermeable amarillo está causando furor ) y pregunta "¿"Este" es tu amigo?"de una forma que podría haber usado para preguntar "este es tu perro" o algo por el estilo, luego suspira con cansancio y dice:

- Vale, vamos a mi despachito y os cuento como va esto.

Pienso que "despachito" es una jilipollez más del tipo pero de verdad ahí no cabe más que una mesa, una silla en la que él se sienta y nosotros dos con el culo contra la pared como si temiésemos un ataque por sorpresa.

- Bien, esto es así, empezais con un contratito de media jornada y vais a estar de corre-turnos, cubriendo los días libres de mis nenes -mira a Carlos con gesto falsamente compungido y explica- Lo siento, cari, es lo más chungo pero no tengo otra cosa de momento, ¿vale?

Yo me pregunto de qué nenes estamos hablando cuando dan un par de golpes en la puerta y entra un tipo al que solo faltan un pelucón y unos zapatones de plataforma para salir desfilando en una carroza.

- Holaa, ¿se puedeee?

- Holaa chatooo -dice el jefe agitando los dedos de una manita- Espero que sea super-importante porque estoy con estos señores requeteocupado...

- Nada, que cuando puedas te pasas por the kitchen, que Juanma se ha torcido un tobillo haciendo stepping y dice que se tiene que ir a casa.

- ¿Veis? -exclama el jefe pretendiendo quizás suscitar nuestra compasión- ¿Veis con lo que tengo que lidiar cada mañana?

Luego sale cacareando tras el nene, dándome tiempo para inclinarme hacia Carlos y susurrarle en tono asesino "se puede saber donde me has metido", a lo que él contesta con una risita alborozada, sin duda satisfecho por creer ser el máximo exponente de masculinidad en el establecimiento, supongo. Cuando intento preguntarle de qué coño se sonríe el jefe llega soplándose la frente para hacer revolotear su flequillo en un gesto que pretende ser encantador.

- Buf-buf, lo mejor va a ser que empeceis ya mismo y mientras yo me encargo del papeleo. Tuuu, cari -dice colocando una uña perfectamente limada en el triángulo de pecho que luce Carlos- vas a the kitchen a hacer lo de Juanma. Sin agobiarte, ¿eh corazón?, que los nenes son un encanto y te irán enseñando. Además les va a venir divino tu toque de caché porque tengo alguno con un toque suburbial que no me gusta un pelo -luego se vuelve hacia mi con las cejas puntiagudas y se muerde el labio inferior pensando quizás dónde estará mi toque-...en cuanto a ti, caballerete, ya que has venido preparado para el agua, te vas a coger la motito y hala, a correr por ahí, ¿eh Charly?

Rompe a reir con unos sonoros "clo-clo-clo" mientras "Charly" traga saliva, sin duda pensando en lo que va a tener que oirme después.

Unos minutos más tarde estoy calzándome un traje de agua rojo bajo la mirada atenta -y algo libidinosa diría yo- de Feli, un tío de 1'90 con complexión de levantador de pesas pero una peligrosa desgana en las muñecas al que parezco haber sido asignado como pupilo.

- Que alivio, chicos nuevos, menos mal que el Mr. renueva algo de la plantilla cada tres meses porque si no ya nos habríamos arrancado todos los pelos- al ver mi expresión, que supongo más bien sombría dentro de mi casco, compone un gesto compasivo e intenta animarme- Ya veras, ahora me haces morritos porque está el día un poco chungo y piensas que lo de la motito es una putada, ¿a que si? Pero ya verás, cuando lleves aquí un poco verás que la motito es-un-cho-llo, lo jodido es la kitchen, créeme.

- La cocina -gruño-.

- Pues eso, la kitchen -responde encogiéndose de hombros y poniendo cara de no comprender- Ahora vamos a ver qué te tienen preparado los chicos, es un poco pronto pero a estas horas ya hay algún idiota que no teme a la muerte y pide una pizza para el almuerzo, hi-hi-hi.

Tengo un rato para disfrutar de Carlos con uniforme rojo metido en una micrococina que parece un catálogo de modelos de Calvin Klein aunque con más revoloteo de plumas que el gallinero de Ojos Azules.

- Cham-pig-ñon, monada, cham-piggg-ñon -le silabea un rubio de mandíbula prominente y ojos verdes a quien de buena gana pondría a cuatro patas en algún lugar íntimo y retirado- ¿entiendes el concepto o quizás deberíamos comenzar por algo más básico?

Carlos me lanza una mirada aterrada en la que puedo leer "oh, no sabía que esto iba a ser tan complicado" y se entrega para mi regocijo a la preparación de su primera pizza. Del tremebundo espectáculo solo me saca un bulto duro y caliente que se restriega insistentemente contra mi trasero mientras yo contemplo la escena acodado en el mostrador. Se trata, por supuesto, de Feli, que me sonríe con candor sin tratar de disimular el descarado artefacto que se evidencia en la entrepierna de sus pantalones rojos.

- Te noto un poco tenso, los nervios del primer día, ¿eh? ¿Quieres que vayamos al vestuario y te doy un masajito?

Mi polla, un espíritu indómito que no entiende de romanticismos ni relaciones de pareja, hace ya un buen rato que ha reaccionado al frotamiento contra mis nalgas, pero yo, el ser humano racional y con control sobre sus pasiones que está detrás de ella, toma las riendas del momento y con una sencilla sonrisa contesta:

- Ahora no me parece buena idea...-y acto seguido, consciente de la tremenda barbaridad que supone el renunciar a pasarme por la piedra a un potro como aquel por esos extraños y novedosos escrúpulos de conciencia, añado casi sin pensarlo-...si el jefe me pilla echando un polvo a los tres cuartos de hora de empezar a trabajar aquí, es probable que no le haga mucha gracia, ¿no te parece? A ver que tal cuerpo tenemos esta tarde cuando termine yo con la motito.

Feli me sonríe con el rictus un poco forzado del que va a tener que cascársela en el baño dentro de un momento, pero contesta:

-...ha-ha, igual si el Mr. nos pilla se apunta para un trío, tu no le conoces. Pero vale, esta noche hablamos.

Cuando arranco la motito para repartir el primer encargo perpetrado por Carlos, me pregunto estadísticamente cuantas posibilidades hay de que nada más poner el pie fuera de planeta-gallina, se me ponga un tío a tiro para cepillármelo, con la de noches que he pasado dando tumbos por esa ciudad sin encontrar nada que echarme al diente. Quiero decir, no creo en el destino pero parece como si todo esto fuese una maniobra orquestada por potencias superiores para poner a prueba lo que siento por Ojos Azules. Me pregunto que diferencia hay entre follarme a Feli o no, si se compromete con ello la sinceridad de mis sentimientos. Bajo esta lluvia insistente pensar en amor verdadero me pone el corazón del color de las nubes de allí arriba. No quiero que todo sea tan complicado,no debería ser tan complicado, no tendría que sentir que traiciono la pureza de lo que hay entre Ojos Azules y yo por un polvo que no tiene más valor que comerse una rosquilla. El vale mucho más, entonces ¿porqué comprometer mi proyecto de relación por algo que yo mismo sé que carece de importancia?

No debería tener que estar pensando todo esto.

No debería tener que ser tan complicado.

Detengo la moto en una calle solitaria y me quedo allí, con la barbilla pegada al pecho, bajo una lluvia que poco a poco arrecia como si quisiera aplastarme contra el suelo y mezclarme con el agua oscura de los charcos. Quizás si estoy el suficiente tiempo ahí, esa misma lluvia termine por llevarse esta sensación de no encontrarme bien en ningún lado. O quizás sea la lluvia quien tiene la culpa de todo y lo que necesito nada más es sol y un trozo de cielo despejado.

Una bocina detrás mio me hace reaccionar, estoy impidiendo el paso a una furgoneta de reparto cuyo conductor me hace una rápida pero minuciosa demostración de todos los usos escatológicos que se le ocurren dar a una pizza dejando a un lado su función meramente alimenticia.

"El mundo es un lugar violento" me digo mientras arranco de nuevo, y me lanzo a descubrir como lo que queda de jornada se esfuerza en demostrarme que no estoy en absoluto equivocado.

8 comentarios:

  1. Juasss, qué buenos los nuevos personajes (se queden en la historia o no), y qué bien sabes dejar la intriga pendiente, puñetero.

    Frase de hoy: "una lluvia que poco a poco arrecia como si quisiera aplastarme contra el suelo y mezclarme con el agua oscura de los charcos". Oh.

    Besos!

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  2. Theodore: pues debo decirte que sin comerlo ni beberlo pusiste tu granito de arena en la elaboración de este capítulo, aportando como banda sonora ese Teo-Jazz-O tan estupendísimo. Aunque creo que para el próximo tiraré directamente de School of Seven Bells, jeje, que me tiene un poco hipnotizado...
    Gracias por el interés y la aportación involuntaria!!!

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  3. Una anécdota: alguien valioso para mi corazón e interesado por mis cosas me ha informado de la curiosidad de que muy cerca de aquí, en el mismo área que inspira estas líneas, se está empezando a rodar una película española titulada "Area de descanso", dirigida por Michael Aguiló y protagonizada por Emma Suárez. Me temo que cualquier parecido entre esto y aquello será pura coincidencia...pero vaya, que ya es casualidad, ¿no?

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  4. a) Me siento tan emocionado de la aportación involuntaria que me tiemblan hasta los temblores.En serio.

    b) Eso es como cuando te salen a la vez dos directores con una película sobre el mismo tema (Gothic/Remando al viento, 1492/Columbus, etc...) o dos escritores con historias similares...o dos blogueros con entradas similares, jaja, es algo inexplicable pero pasa a menudo. Qué curioso. Como la película sea la mitad de la mitad de buena que tu relato....será la que arrase en los próximos Goya :-)

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  5. Theo:...¿te tiemblan los temblores?...¡jajaja! Oye no te lo digo por regalarte la oreja, es que es verdad, ¿eh? Ahora voy a atreverme con el Teoclásico, a ver qué tal me armoniza con el siguiente capítulo. Como esto siga así, voy a tener que cederte el 50% de los derechos, jaja.

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  6. Y ahora un poco de cabaret con mozzarela.
    De nuevo presente Carlos, que ya veremos como transcurre la historia pero que a mi me parece el personaje que guarda los truenos.

    Aquí me quedo, con esta transición, imaginando hipótesis sobre por donde tirará la historia.

    Que me tienes entregado vaya. Leí la entrada rápido el viernes antes de acostarme y me la imprimí para llevarla al trabajo y releerla el fin de semana, vamos, que la historia ya va conmigo.

    Abrazos.

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  7. Argax:...que me encanta ir contigo de alguna manera, aunque sea al trabajo, jeje. Gracias por permitirme acompañarte.
    Un abrazo para ti también.
    PD: ¿"Cabaret con mozzarella"?...jaja, qué buena definición...

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  8. Hala, ya hay nuevo capítulo, voy para allá!

    Es que tu historia pide más, pide papel, pide permanencia.

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